Vino un jueves como otro cualquiera. En la bolsa del perejil. Se fue al cabo de un rato. Por la ventana. Tres pisos de altura que descender poco a poco. Todo un reto, señores...
Fue nuestro amigo durante unos minutos. Le llamamos Bartolín. Bartolín, you will never walk alone...
lunes, octubre 15, 2007
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